
Los cánticos son dedicados a santos, mártires y a personas relacionadas con la religión. La fiesta de “la cantada de la Noche” inicia cuando los grupos de habitantes y creyentes de esta tradición se dirigen al cementerio a cantar frente a la tumba de un familiar la primera cantada de la noche, y posteriormente se desplazan de casa en casa entonándola respetuosamente.
La tradición dicta que como muestra de agradecimiento de los cánticos, los dueños de la viviendas ofrecen una copa de vino de fruta y los platillos preparados para la ocasión, mientras que por las calles se cruzan niños, jóvenes y adultos alternando las visitas a las diferentes viviendas.
La noche de “la cantada” en Naolinco se convierte en un ir y venir constante por las calles de Naolinco hasta la madrugada. Esta fiesta tradicional del pueblo de Naolinco concluye hasta tempranas horas de la mañana con la visita al cementerio.