
La palabra Xantolo deriva del castellano xanto=santo y el náhuatl olo=abundancia (todos los santos). Esta celebración se caracteriza por ser una fiesta que une el culto a las deidades prehispánicas con las españolas.
Con varios días de anticipación comienzan los preparativos con la puesta de los elementos decorativos de los altares en los hogares. Durante las días de fiesta se utilizan cohetes para atraer a los espíritus buenos y alejar los malos para que puedan llegar los fieles difuntos al hogar.
Se lleva a cabo una presentación los días 1 y 2 con gente disfrazada de “viejos” que ensayan su baile desde varias semanas antes, los cuales al son de “La viejada” representan el regreso de las almas de los muertos, quienes pueden entrar a tomar los alimentos de los altares de las casas que ellos quieran, aunque detrás de ellos viene la muerte para regresarlos al mundo de los muertos.
El día 31 de octubre también los niños recorren las calles en comparsas como almas de “chiquitos” que entran a las casas a recoger sus ofrendas.
El 3 de noviembre la comparsa de “viejos” danza por la ciudad con dirección al cementerio donde se mezclan con las familias que visitan a sus difuntos ofrendandoles alimentos, flores y música.
Esta fiesta fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el año 2007.